Texte über René Böll  
 
Siegfried Pater
"Puentes entre el Este y el Oeste"

"El Este es el Este ­ el Oeste es el Oeste, los dos nunca se encontrarán". Esta cita de Rudyard Kipling fue desmentida por el agregado cultura de la embajada alemana en China, cuando en maryo de 1996 inauguró en Beijing la primera de una serie de exposiciones del pintor René Böll. En su discurso expresó que Böoll "había impulsado una contribución extraordinaria al intercambio cultural entre Alemania y China".

Gracias a sus estudios de las técnicas chinas ­ modernas y tradicionales ­ de pintura con tinta, Böll logra establecer este puente cultural y lo entiende como un cumplido y como un agradecimiento a China. Es uno de los pocos pintores occidentales que ingresó al mundo lejano del arte oriental.

Desde comienzos de los años setenta, se apasionó por la pintura china con tinta, especialmente la de las antiguas dinastías Son, Yuan y Ming.

Böll no sólo captó las características técnicas de la pintura china, sino logró, sin caer en la imitación, transferir sus aspectos característicos, como por ejemplo las variantes de la escritura con pincel, a su propio trabajo.

Al igual que los artistas chinos tradicionales, no requiere de la naturaleza ni de modelos humanos para pintar. A pesar de ello, viaja frecuentemente a lugares fuertemente marcados por su paisaje. El Ecuador y los Andes, la selva, las Islas Galápagos, Irlanda, Kenia, Rusia y también el paisaje de su lugar natal y su jardín inspiran su obra. "Los paisajes que más me fascinan son el ártico y la antártica. Quiero viajar allá para vivir intensamente la nieve y el hieo" dice Böll. Tiene una relación más estrecha con la naturaleya que muchos de sus colegas. Observa con mucha atención y apunta sus impresiones en libretas de bosquejos para agudizar su percepción. Más tarde, en su taller, pinta libremente sin ningún bosquejo. Las formas naturalistas pierden importancia. De esta manera, Böll intenta seguir con la tradición del wu wai taoísta, del "no actuar" o "no querer", "pintar sin intención" para así expresar su alma y sus sentimientos. El resultado son imágenes que parecen ser pintadas en un estado de trance. Logra los mejores resultados cuando pinta de noche o al amanecer.

El artista, originario de Borheim, Alemania, domina el manejo de los "cuatro tesoros del taller". En la tradición china se trata del pincel, del papel, la tinta y la moleta. La pintura con tinta china no permite correcciones y retoques. Obliga al artista a trabajar espontánea y fluidamente, a concentrarse en sus pensamientos y dominar la técnica. René Böoll dispone de la autodisciplina intelectual y física necesaria.

Trabja con tinta china, que al utilizar la técnica del "pincel seco" debe ser tan seca como el viento de otoño y a la vez tan húmeda como la lluvia de primavera, como afirma Huang Binhong. Böll aprendió las cuatro técnicas básicas de aplicación de tinta, no sólo la "seca", sino también la húmeda, la clara y la oscura.

En China compró muchos bloques de tinta, compuestas de diferentes materiales, en su mayoría de tinta brillante, elaborada a base de aceite y hollín y la tinta mate de pino y hollín. Siguiendo las recomendaciones de los pintores chinos, emplea también una tinta de más de cien anos, especialmente apropiada para lograr los tonos grises. Böll trabaja casi exclusivamente con tinta preparada por él mismo ya que tiene una granulación más fina y permite lograr más variaciones en el tono. La preparación en sí es una fase inicial importante para armonizarse con el trabajo.

Pero no sólo los materiales, sino también el trabajo en sí exigen concentración y precisión. La utilización del pincel y su conducción confrontan al artista con el "espacio" y "el tiempo", siendo el espacio el modo de cómo el pincel toca el papel. Esto depende de su punta y su ángulo con respecto al papel. Los pinceles chinos para escritura y pintura son elaborados de materiales muy diversos, como por ejemplo pelo de borrego, chivo, crin de caballo, lobo y otros. El "tiempo" es la velocidad con la cual se mueve el pincel. Cuando se trabaja sobre papel Xuan, fuertemente absorbente por contener poca cola, el trazo se hace más ancho a menor velocidad. Así se logran bordes fluidos y una variación de tonos, desde el gris más fino hasta el negro más profundo. Este tipo de pintura se aplica a un determinado papel Xuan, que en occidente lleva la denominación muy generalizada de papel de arroz.

El crítico de arte Lao Zhu afirma: "La técnica de pincel de René Böll proviene de lo subterráneo; él ve la cueva de un espíritu misterioso, un esqueleto escondido debajo de las olas, en el monte, las laderas, sobre la tierra o en la sombra de la luz del sol."

Gracias a un trabajo intensivo de muchos años con las técnicas y contenidos de la pintura china y los conocimientos transferidos por sus artistas, Böll ha logrado crear cuadros ampliamente reconocidos también en los círculos artísticos chinos. Estudia la filosofía, lee poemas chinos, medita, practica el Tai-Chichuan y el Qi Dong, la gimnasia taoísta.

El conocido artista Liu Xiaochun observó que Böll ha compenetrado y entendido la cultura china y que esta actitud le diferencia por completo de otros artistas que incursionaron en el arte del Lejano Oriente.. Escribe: "Artistas como Hans Hartung, Frany Kline, Robert Motherwell, Henri Matisse, Joan Miró, Jackson Pollock, Pierre Soulages, Antonio Tápies y otros recurren al arte del Lejano Oriente como a una especie de cantera, pero apenas estudiaron la técnica de la pintura con tinta china y sus antecendentes filosóficos."

Esta unidad de antecedentes filosóficos y perfeccionamiento permanente de la técnica enriquece también los óleos y acuarelas de Böll. Sus óleos demuestran su profundo respeto por la naturaleza e irradian tranquilidad y soledad. Los colores cálidos de la tierra o los tonos fríos azules dan paso a una claridad celestial y una luz brillante, muchas veces rojiza.

Böll compara el arte del pintor con el arte del pianista: "Se trata de interiorizar la técnica a tal punto que uno pueda usarla libremente." Para él, esto significaría no sólo dominar la trazada correcta con el pincel, sino también conocer las características químicas y físicas de las diferentes sustancias. "Por ejemplo, la pintura al óleo se seca por la absorción del oxígeno y no por evaporación. El carbonato básico de plomo (blanco) se seca en un día, otros colores necesitan dos semanas y más."

Por ello trabaja paralelamente en varios cuadros para respetar los tiempos de secado y aprovechar al óptimo los efectos específicos de las diferentes pinturas. Como fondo de sus lienzos emplea huevos, aceite, jabón de cera, caseina, resinas y goma arábiga, a veces también acrílico en dispersión. Böll prefiere los colores a base de minerales y tierra y dispone de centenas de pigmentos, coleccionados desde su juventud.

Estos pigmentos son entonces preparados y utilizados directamente. Aparte de las tierras naturales de color amarillo , rojo, café, verdee y negro, trabaja con minerales molidos como el auripigmento, bermellón, jaspes de diferentes colores, tierra micácea que a veces brilla como el oro, lapislázuli, coral, malaquita, pirita, rejalgar, sodalita, vivianita o compuestos metálicos artificiales y también muchas pinturas orgánicas modernas provenientes de la industria petrolera que gracias a la mezcla con otros pigmentos, se parecen a colores vegetales que contienen un espectro mayor y no son tan "chillones" como la mayoría de los colores empleados actualmente en la industria, publicidad y el arte. Así, el artista trata de crear colores vivos y duraderos similares a los colores vegetales, aunque no-resistentes a la luz, utilizados por los ilustradores de libros en tiempos antiguos. Para él, no es lo mismo que un color haya sido producido artificialmente o tenga miles de años.

Sobre esta base, el artista aplica la pintura de óleo, recientemente preparada y mezclada, en varias capas enteras o parciales tipo barniz. En los cuadros de Böll, el barniz, la superposición de varias capas transparentes, juega un rol importante. Gracias a este sistema, puede mezclar las pinturas en forma aditiva y subtractiva. Siempre quiso saber cómo Rembrandt logró pintar la luz y la oscuridad. Las pinturas de Rubens, trabajadas con tanta soltura y fluidez y construidas en varias capas muy finas, influenciaron su técnica y determinaron su modo de trabajar. Cuando se observan los originales, se reconoce la seguridad y vitalidad con la que se aplicaron los colores; la espontaneidad de la conducción del pincel demuestra cierto parentesco entre los dos artistas y los pintores chinos.

Böll estudió intensamente la mezcla de colores. Las teorías respectivas le interesan menos que las reflexiones sobre cómo un color existente puede ser mezclado y cambiado hasta alcanzar el tono exacto esperado. Cuando pinta, la mezcla se hace intuitivamente. Según Böll, el artista debe haber interiorizado los colores y la técnica al punto de poder olvidarles. Muchas de sus acuarelas tienen igualmente varias capas. Aparte de las pinturas industriales para acuarelas utiliza los mismos pigmentos de grano grueso empleados en sus óleos. Ununda el papel con esta mezcla de pigmentos y goma arábiga, creando efectos casi tridimensionales.

"No coloco algunos colores en mi paleta como suele hacer la mayoría de pintores cuando comienza su trabajo en la mañana. Coloco un color nuevo para cada punto de mi cuadro y mezclo mucho sobre el lienzo o papel mismo" dice el artista.

Sus cuadros invitan a un viaje de descubrimiento a travéz del espacio y tiempo. Los paisajes no son sólo figurativos sino también paisajes para la mente. La falta de detalles que prodrían desviar nuestra atención nos invita a conocer un mundo nuevo, lejos de toda intervención de la civilización. Sin embargo, este vacío es una ilusión. Lo que se abre al espectador es un paisaje esencial, basado en la quietud y la soledad. "Para mi, la pintura de la edad de piedra es tan actual como la de hoy y como la pintura milenaria del oriente." Para Böll, el tiempo no es limitante, está convencido de que la pintura no tiene fin ni sustituto.

Con ello, René Böll y su arte expresivo y característico, simiosis del este y oeste, indica el camino para que el artista y los obsevadores puedan descubrir y permanecer en el espacio amplio y el tiempo indefinido.

 
 
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